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lunes, 13 de mayo de 2013

LA ONU INSTA A COMER INSECTOS para combatir el hambre en el mundo


Un informe de la FAO sostiene que muchas especies tienen tantas proteínas como la carne y que su producción es barata


Caramelos rellenos de gusanos, en Panamá. / ALBERTO LOWE (REUTERS)
La FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sostiene que comer insectos puede ser una posible solución al hambre en el mundoUn extenso y completo informe del organismo publicado hoy indica que muchas especies tienen tantas proteínas como la carne y que su producción es barata.
En 2050 el mundo tendrá nueve mil millones de habitantes. Para alimentar a esa ingente población se requerirá casi duplicar la producción actual de alimentos, alerta la FAO, que estima que expandir la superficie dedicada a la agricultura no es una opción sostenible. Los océanos están sobre-explotados, y el cambio climático y la escasez de agua podrían complicar la producción de alimentos. Para hacer frente a esos retos y a la hambruna—casi un millón de personas sufre hambre en el mundo—  los expertos de la ONU creen que lo que comemos tiene que ser revaluado. Y ahí entran los insectos, ya que son una fuente de alimento muy nutritivo y saludable con alto contenido en grasas, proteínas, vitaminas, fibra y minerales, dice el informe de la FAO. Por ejemplo, el contenido de proteínas, vitaminas y minerales de los gusanos de la harina es similar a la del pescado y la carne.
Se estima que los insectos forman parte de la dieta tradicional de al menos dos millones de personas en el mundo. Se comen más de 1.900 especies, principalmente en África y Asia. Lo más consumido son los escarabajos (31%) orugas (18%) y abejas y hormigas (14%). Después les siguen los saltamontes, langostas y grillos (13%), cigarras, chicharritas, cochinillas y chinches (10%), libélulas (3%) y moscas (2%).
Además de su valor nutricional, en la ONU señalan que los insectos son una buena opción económica. "La recolección de insectos y su crianza a nivel del hogar o la escala industrial puede ofrecer importantes oportunidades de subsistencia para las personas, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados", indica el estudio.
"En los países en desarrollo, los miembros más pobres de la sociedad pueden participar en el recolección, el cultivo, el procesamiento y la venta de insectos. Estas actividades pueden mejorar directamente sus propias dietas y proporcionar ingresos en efectivo a través de la venta de los excedentes de producción". Los insectos pueden ser recogidos directamente y con facilidad de la propia naturaleza o criados con un mínimo de gastos o de capital.
La promoción de la ingesta de insectos requiere estrategias de comunicación a medida en las distintas zonas del mundo, opina la FAO. En los trópicos, donde comer bichos está más aceptado, la comunicación debe ir encaminada a difundir que los insectos son una valiosa fuente de nutrición para contrarrestar la creciente occidentalización de dietas. En las sociedades occidentales, en cambio, se necesitan estrategias de comunicación y programas educativos "que aborden el factor asco".  Madrid