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sábado, 8 de octubre de 2022

Guadalajara: FERiAS y FiESTAS 2022, una patata caliente

- Ha sido más suave porque aquí era lo de los niños; nada que ver con lo de antes... pero hemos estado fuera -dicen unos. 

- La faena es que han vuelto para quedarse y que en diciembre nos clavarán otra de mes y medio en la misma zona, aún peor -dicen otros. 

A la concejalía de turno -me he enterado ahora- parece ser que le llegaron protestas por escrito de alguna comunidad de vecinos de la zona feriada, y que contestó un tanto crudamente diciendo que el parque es de todos. Sin embargo, no nos engañemos: siendo ésto cierto, no es lo real. No es tan de todos -ni mucho menos- lo que uno "tiene" o ve desde su balcón como lo que está, pongamos, lejos de su casa o en la otra punta de la ciudad. No es ninguna sociopatía, ni de ser o no ser antiferias se trata. Ni siquiera es el caso de si ferias aquí o ferias allá, no confundamos ni ocultemos. 

Se trata de una discriminación, clara e insoportable, para muchas familias y personas. Consiste en que unos disfrutan de una posibilidad, privilegio, derecho o libertad de elegir (Aguas Vivas, Balconcillo, Alamín, Estación, Manantiales...), pero a costa de otros (El Fuerte, Adoratrices, calles Mozart, Ferial, Sta. María Micaela...). Los primeros pueden decidir si ferias sí o ferias no: eligen si se dan la inmersión o deciden no dársela. Por contra, para los segundos es un trágala, un ferias sí o sí... y debajo de la cama. O eso o la evacuación, para quien pueda permitírsela. 

Al regresar, uno ve el parque un tanto degradado y palpa un cabreo general en la zona "agraciada"; tanto, que ya hay quienes se plantean judicializar el asunto, no me extraña. Después, en el reciente y municipal debate sobre el estado de la ciudad: mutis general. Se ve que importa poco o que no lo tienen, el pastel, tan demasiado cerca de sus casas. Claro: el silencio es salud.