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miércoles, 29 de abril de 2020

UNA BUENA MANERA DE REiNiCiAR...

https://elpais.com/ciencia/2020-04-28/el-momento-clave-para-concienciar-sobre-la-segunda-industria-mas-contaminante-del-mundo.html

Adiós pasarelitis 
¿Virus idiotizante?
¿Papanatismo?
Ciao farsas 
Adiós mascaradas
Anorexia prêt-à-porter
Parodias de temporada
Tonterías las justas
Ya está bien de payasadas
De quita y pon solo quiero 
Tu voz, tus manos
El beso y la mirada.

sábado, 25 de abril de 2020

Portugal, 25 de abril de 1974


Grandôla, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, o cidade...
https://youtu.be/gaLWqy4e7l

¿Diferencias? Haberlas las ha habido. Para empezar, ni de lejos han sido las de ellos tan sangrientas como por aquí. Las ha habido y las hay. Por ejemplo: para enmarcar las recientes declaraciones del jefe de la oposición, Rui Río, en apoyo incondicional al gobierno (socialista) de Rebelo de Sousa incluso con expreso comunicado a su propia militancia, apelando al patriotismo, recomendando ese apoyo y la tregua política ante la pandemia. 
Igualito que aquí, patria del encono y la crispación, paraíso de la envidia y el malevicente...
Ensoñado iberismo, lástima. 😷 

sábado, 11 de abril de 2020

'Hidden. Animals in the Anthropocene': miradas a lo que nadie quiere ver

'Hidden. Animals in the Anthropocene': miradas a lo que nadie quiere ver

https://www.eldiario.es/caballodenietzsche/Hidden-Animals-Anthropocene-miradas-quiere_6_1015308470.html 




domingo, 5 de abril de 2020

HORACiO, GÓNGORA, FDEZ de ANDRADA, FRAY LUiS...

Horacio"Beatus ille" 
                       (versión de V. Cristóbal López)
1. Dichoso aquél que, lejos de ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos heredados de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usura,
2. y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos.
3. Así pues, ora enlaza los altos álamos con el crecido sarmiento de las vides, ora contempla en un valle apartado sus rebaños errantes de mugientes vacas,  
4. y amputando con la podadera las ramas estériles, injerta otras más fructíferas, o guarda las mieles exprimidas en ánforas limpias, o esquila las ovejas de inestables patas.
5. O bien, cuando Otoño ha levantado por los campos
su cabeza engalanada de frutos maduros, ¡cómo goza recolectando las peras injertadas y vendimiando la uva que compite con la púrpura,
6. para ofrendarte a ti, Príapo, y a ti, padre Silvano, protector de los linderos! Agrádale tumbarse unas veces bajo añosa encina, otras sobre el tupido césped;
7. corren entretanto las aguas por los arroyos profundos, los pájaros dejan oír sus quejas en los bosques y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas al manar, invitando con ello al blando sueño.
8. Y cuando la estación invernal de Júpiter tonante apresta lluvias y nieves, ya acosa por un sitio y por otro con sus muchas perras a los fieros jabalíes hacia las trampas que les cierran el paso,
9. ya tiende con una vara lisa sus redes poco espesas, engaño para los tordos glotones, y captura con lazo la tímida liebre y la grulla viajera, trofeos que le llenan de alegría.
10. ¿Quién, entre tales deleites, no se olvida de las cuitas desdichadas que el amor conlleva? Y si, por otra parte, una mujer casta, cumpliendo con su oficio, atiende la casa 
y a los hijos queridos
11. -como la sabina o la esposa, abrasada por el sol, del ágil ápulo-, enciende el fuego sagrado del hogar con leños secos un poco antes de que llegue su fatigado esposo
12. y, encerrando la bien nutrida grey en la empalizada del redil, deja enjutas sus ubres repletas; si, sacando vino del año de la dulce tinaja, prepara manjares no comprados,
13. no serán más de mi gusto las ostras del lago Lucrino, o el rodaballo o los escaros -si tronando la tempestad en las olas orientales desvió algunos hacia este mar-,
14. ni el ave africana ni el francolín jónico caerán
en mi estómago más placenteramente que la aceituna recogida de las ramas más cargadas de los olivos,
15. o la hoja de la acedera, amante de los prados, o las malvas salutíferas para el cuerpo enfermo; o que la cordera sacrificada en las fiestas Terminales, o que el cabrito arrancado al lobo.
16. Entre estos manjares, ¡qué gusto da contemplar las ovejas que vuelven rápidas al aprisco después del pasto, contemplar los bueyes cansados arrastrando con su cuello lánguido el arado vuelto del revés,
17. y los esclavos, enjambre de la fecunda casa, colocados en torno a los Lares relucientes!
18. Cuando el usurero Alfio hubo así discurseado, dispuesto a convertirse de inmediato en labrador, recogió en los Idus todo su dinero, decidido a renovar sus préstamos en las Calendas.


***************

Fray Luis de León

Oda 1. A la vida retirada


¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspe sustentado.

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruido
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.


   ***********

        Andrés Fernández de Andrada 
       "Epístola moral a Fabio"
                       (Fragmento) 
[...]
¡Pobre de aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares, 
perseguidor del oro y de la plata! 
Un ángulo me basta entre mis lares, 
un libro y un amigo, un sueño breve, 
que no perturben deudas ni pesares. 
Esto tan solamente es cuanto debe
Naturaleza al simple y al discreto, 
y algún manjar común, honesto y leve. 
No, porque así te escribo, hagas conceto
que pongo la virtud en ejercicio; 
que aun esto fue difícil a Epicteto. [...]
                       ****************
                  Luis de Góngora 
  "Ándeme yo caliente y ríase la gente"

Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días 
mantequillas y pan tierno;
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente. 

Coma en dorada vajilla 
el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente, 
y ríase la gente. 

Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente. 

Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles,
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena 
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente. 

Pase a medianoche el mar
y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama,
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar 
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente. 

Pues Amor es tan cruel
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada, 
do se juntan ella y él,
sea mi Tisbe un pastel
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.