-CONTESTACIÓN: Sí, precisamente tuvo para mi un algo de incómodo que recuerdo bien. Yo nunca me desprendería de semejantes joyitas, ¡y de un nieto! Lo pensé entonces y ahora, no me cuadraba. Pero la lección del abuelo quedó dada. Y doy fe: fue magistral-comercial. Además, el crío se lo pasó que ni te cuento… en el "regateo". Luego les pasé unas fotos, y su hermanita algo más mayor tuvo un poco de envidieques y pelusas... ja-ja-ja. ¿No es de risa?